Legion of Christ College of Humanities

El valor de la verdad en Edipo Rey, de Sófocles

Edipo Rey es una de las siete tragedias de Sófocles que aún se conservan. El ella, el autor desarrolla la historia de Edipo, rey de Tebas, quien, sin saberlo, había asesinado a su propio padre y estaba unido conyugalmente con su propia madre.  La tragedia presenta varios valores como el destino (y su estrecha relación los oráculos), la libertad, el civismo, pero en el presente trabajo se enfatizará el valor de la verdad. Aλήθεια significa, literalmente, aquello que ha sido desvelado, que no está oculto. La tragedia de Edipo Rey se centra, precisamente, en la búsqueda de esa verdad: quitar el velo que cubre la identidad de Edipo, abrir los ojos de quien se supone ve y, en realidad, está ciego.

Edipo se presenta al inicio de la tragedia como el salvador de Tebas, quien la ha liberado de la esfinge al resolver sus acertijos. Ante la peste que azota la ciudad, quiere buscar una solución. El Oráculo de Delfos anuncia que la mácula causante del mal que azota Tebas es el asesino del rey Layo. Esa es la primera αλήθεια que Edipo intenta desvelar: ¿quién es el asesino que aún vive en la ciudad? Para resolver este primer enigma, Edipo manda a llamar al ciego sacerdote Tiresias. En el diálogo entre los dos personajes, Sófocles juega con el tema de la vista y la ceguera. Se refleja, además, la tensión en torno a desvelar la verdad que el ciego ve o la conveniencia de que quien ve (Edipo) siga ciego sobre su verdadera identidad. Cuando Tiresias le dice a Edipo que él es la mácula, el rey le reprocha su ceguera: “ἀλλ᾽ ἔστι, πλὴν σοί: σοὶ δὲ τοῦτ᾽ οὐκ ἔστ᾽ ἐπεὶ / τυφλὸς τά τ᾽ ὦτα τόν τε νοῦν τά τ᾽ὄμματ᾽ εἶ” (v. 370). Al final será el que ve (Edipo) quien está ciego, mientras que el anciano invidente conoce la verdad. ¿Quién es la mácula? Esta primera lucha en torno a la verdad se expresa especialmente en los versos 350 – 360, en la discusión entre Tiresias y Edipo.

La segunda verdad que Edipo busca revelar es lo acaecido realmente en la muerte de Layo. Este proceso se desarrolla en el diálogo con Yocasta. ¿Quién le dio muerte? ¿Cómo fue? En los versos 710 en adelante, se da una especie de confrontación entre el destino predicho por el Oráculo de Delfos, que Yocasta cree ya superado, y la verdad de lo ocurrido: Layo debía morir a manos de su hijo, que todos creen muerto, pero al revelar que murió donde convergen tres caminos, Edipo experimenta el azote de la verdad “οἷόν μ᾽ ἀκούσαντ᾽ ἀρτίως ἔχει, γύναι, / ψυχῆς πλάνημα κἀνακίνησις φρενῶν” (vv 726 – 727). Una verdad se va desvelando, αλήθεια: ¿podría ser él el asesino, tal como lo ha afirmado Tiresias? “δεινῶς ἀθυμῶ μὴ βλέπων ὁ μάντις ᾖ: / δείξεις δὲ μᾶλλον, ἢν ἓν ἐξείπῃς ἔτι” (vv. 747-748): el adivino sí veía muy bien.

El gran terror que invade el alma de Edipo se refiere a que, intentado huir de su destino, del oráculo que lo hacía asesino de su padre y terminar unido a su madre, podría haber sido él el asesino de Layo. Huyó de Pólibo y Mérope, hasta llegar al sitio del magnicidio, el mismo lugar donde antes él se enfrentó a varios hombres (vv. 800- 819). La verdad se va desvelando, la αλήθεια. Con todo, Yocasta insiste en calmar a Edipo. Él, por su parte, pide ver al testigo que quedó de aquel asesinato, con la intención de aclarar si acaso es él el culpable.

Al llegar un mensajero que anuncia la muerte de Pólibo, pareciera que el destino anunciado por el Oráculo de Delfos no se cumple, al menos así lo anuncia con alegría Yocasta: “ὦ πρόσπολ᾽, οὐχὶ δεσπότῃ τάδ᾽ ὡς τάχος / μολοῦσα λέξεις; ὦ θεῶν μαντεύματα, / ἵν᾽ ἐστέ: τοῦτον Οἰδίπους πάλαι τρέμων / τὸν ἄνδρ᾽ ἔφευγε μὴ κτάνοι, καὶ νῦν ὅδε / πρὸς τῆς τύχης ὄλωλεν οὐδὲ τοῦδ᾽ ὕπο” (vv. 945-949) Ha muerto Pólibo, a quien todos tienen por padre de Edipo, y no ha sido él el asesino. No obstante, esa alegría comienza a esfumarse cuando se descubre que Edipo no era hijo de Pólibo, sino que ese mensajero, siendo antes pastor, encontró a Edipo bebé y lo dio en adopción a Pólibo y Mérope, por lo que el temor resurge. Además, el bebé Edipo tenía en sus pies los garfios que Yocasta y Layo habían colocado sobre el niño temido por el oráculo. Edipo expresa el deseo de hablar con el pastor que lo dio en adopción, mientras que Yocasta pareciera invitarlo a no hurgar en esos detalles. Esta tensión entre los dos en torno a la verdad sobre Edipo se expresa en los vv. 1060-1072. La penúltima intervención de Yocasta, “ὦ δύσποτμ᾽, εἴθε μήποτε γνοίης ὃς εἶ” (v. 1069), es una explícita invitación a no buscar la verdad.

Finalmente llega el pastor, quien al ver al mensajero de Corinto y enterarse que el niño que le dio en adopción es el rey que está ante él, quiere abstenerse de declarar la verdad. Él es quien dirá la αλήθεια final que permitirá descubrir la trágica identidad de Edipo: Fue concebido en el Palacio de Layo, no era un esclavo, y, finalmente la verdad: “κείνου γέ τοι δὴ παῖς ἐκλῄζεθ᾽” (v. 1171). Por fin, Edipo conoce su αλήθεια: “ἰοὺ ἰού: τὰ πάντ᾽ ἂν ἐξήκοι σαφῆ” (v. 1182), se lamenta. Anuncia que es la última vez que ve la luz (v. 1183), y viendo a Yocasta muerta, toma sus broches y se los clava en sus ojos: “(…) οὐκ ὄψοιντό νιν / οὔθ᾽ οἷ᾽ ἔπασχεν οὔθ᾽ ὁποῖ᾽ ἔδρα κακά, / ἀλλ᾽ ἐν σκότῳ τὸ λοιπὸν οὓς μὲν οὐκ ἔδει / ὀψοίαθ᾽, οὓς δ᾽ ἔχρῃζεν οὐ γνωσοίατο” (vv. 1271 – 1273). Al final, Tiresias tenía razón sobre Edipo: todo resultó verdadero: El que veía era el ciego, mientras que quien veía estaba ciego, y Edipo lo reconoce.

En Edipo Rey se desarrolla la historia de quien intenta huir de su destino y, pensando lograrlo, no termina más que llevándolo a cumplimiento. La obra también presenta un progresivo develamiento de la identidad de Edipo, su trágica αλήθεια. Tiresias y el pastor, al inicio de sus intervenciones con Edipo, parecieran negarse a decir la verdad que saben, mientras que Yocasta pareciera hacerlo a lo largo de sus intervenciones. Sin embargo, Edipo insiste: él quiere conocer la verdad. Lo paradójico es que Edipo ha pasado su vida intentado huir de ese destino, como lo expresa en el v. 1001: “πατρός τε χρῄζων μὴ φονεὺς εἶναι, γέρον”. No obstante, su deseo de saber la verdad, que no siempre es cómoda, lo lleva hasta las últimas consecuencias y a terminar viviendo en fidelidad a ella: ciego y desterrado.

 

Bibliografía

Perseus Project. 2023. Sophocles, Oedipus Tyrannus. 12 de febrero. http://data.perseus.org/citations/urn:cts:greekLit:tlg0011.tlg004.perseus-eng1:726-749.

Sófocles. 2007. Las siete tragedias. México: Editorial Porrúa.

 

 

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