Legion of Christ College of Humanities

Comparación de Comentarios en la Segunda Carta a Timoteo

Introducción

Al llegar la hora de partir de este mundo a la Patria Celestial, San Pablo escribe desde su encarcelamiento en Roma a su querido hijo espiritual Timoteo. Este libro del Nuevo Testamento, más allá de ser un tratado teológico es una carta de exhortación y despedida, acompañada de un breve pero rico testamento espiritual, no sólo para Timoteo, sino para todos los cristianos de los siglos venideros.

En este ensayo, realizaré un viaje de comparación entre los comentarios de los Santos Padres de la Iglesia Católica y del metodista estadounidense George Wesley Buchanan, en relación con la Segunda Carta a Timoteo. Por una parte, se podrá apreciar la riqueza de la interpretación teológica que hacen los Santos Padres arraigados en la tradición de la Iglesia. Y por otra parte, se verá cómo George Wesley resaltará la riqueza de la semántica del griego koiné que usa San Pablo para escribir esta carta tan emotiva para su querido hijo espiritual Timoteo.

Capítulo I

Οὐ γὰρ ἔδωκεν ἡμῖν ὁ Θεὸς πνεῦμα δειλίας, ἀλλὰ δυνάμεως καὶ ἀγάπης καὶ σωφρονισμοῦ. Μὴ οὗν ἐπαισχυνθῇς τὸ μαρτύριον τοῦ Κυρίου ἡμῶν μηδὲ ἐμὲ τὸν δέσμιον αὐτοῦ, ἀλλὰ συγκακοπάθησον τῶ εὐαγγελίῳ κατὰ δύναμιν Θεοῦ, τοῦ σώσαντος ἡμᾶς καὶ καλέσαντος κλήσει ἁγίᾳ, οὐ κατὰ τὰ ἔργα ἡμῶν ἀλλὰ κατὰ ἰδίαν πρόθεσιν καὶ χάριν, τὴν δοθεῖσαν ἡμῖν ἐν Χριστῶ Ἰησοῦ πρὸ χρόνων αἰωνίων. (Cfr. 2 Tim. 1, 7-9). En el capítulo primero, San Pablo da el saludo inicial, donde, como es costumbre, se identifica como apóstol de Cristo, para luego dirigir sus saludos a Timoteo, a quien llama amado hijo (ἀγαπητῶ τέκνῳ). Simplemente, resalto que en esta parte San Pablo usa la palabra ἀγαπητῶ para indicar el grado de amor que le tiene a Timoteo. Posteriormente, el Apóstol de las Gentes continúa dando gracias a Dios y palabra tras palabra San Pablo revela a Timoteo los sentimientos de su corazón. Sentimientos que son de nostalgia y tristeza, pero a la vez gratitud y felicidad, que servirán como preludio de este repertorio de consejos y enseñanzas que se encuentran en esta carta.

Por una parte, Erik M. Heen y Philip D. W. Krey por medio del comentario de Teodoreto de Ciro argumentan que Dios no ha dado un espíritu de cobardía (δειλίας), sino de poder (δυνάμεως), amor (ἀγάπης) y de dominio propio o prudencia (σωφρονισμοῦ). La gracia que ha sido dada por parte de Dios al hombre no es para que el hombre tenga miedo, sino para que éste ame más constantemente. (1) Posteriormente, Erik M. Heen y Philip D. W. Krey desarrollarán la palabra δειλίας con el comentario de Juan Casiano, el cual, argumenta que, hay dos tipos de miedo: en primer lugar, el miedo de aquel que está bajo el yugo del amo, es decir, el miedo de aquel que siendo esclavo teme por lo que su amo le puede hacer. Sin embargo, Jesús no llama a sus elegidos siervos, sino amigos (Cfr. Jn. 15, 14). En segundo lugar, está el miedo que tiene San Pablo, que es el miedo de perder a Jesucristo, el miedo de perder a Aquel que ha resucitado de los muertos según las profecías. (2)

Por otra parte, George Wesley Buchanan, resalta la riqueza de la semántica griega, empezando con la palabra δειλίας, la cual se encuentra en genitivo. Sin embargo, la frase genitiva πνεῦμα δειλίας es, en palabras del comentarista estadounidense, difícil de interpretar; ya que podría ser fácilmente traducida adjetivamente como «espíritu de cobardía». Por lo tanto, San Pablo estaría contrastando el Espíritu que Dios ha dado con un «espíritu» hipotético. En todo caso, cada espíritu conlleva a un diferente tipo de reacciones y comportamientos. El Espíritu que Dios ha dado es un espíritu de poder, amor, y dominio de uno mismo, mientras que el otro espíritu sería el antónimo a las cualidades previamente nombradas. (3)

Por un lado, Erik M. Heen y Philip D. W. Krey para explicar el mandato de Pablo de «μὴ οὗν ἐπαισχυνθῇς τὸ μαρτύριον τοῦ Κυρίου ἡμῶν μηδὲ ἐμὲ τὸν δέσμιον αὐτοῦ» usan el comentario de San Juan Crisóstomo, el cual argumenta que, defender la causa de Cristo no es motivo de vergüenza, pues las humillaciones, las cadenas y las persecuciones son cosas meramente efímeras, es decir, temporales. Sin embargo, la causa de Cristo es eterna, y cuando está causa sea revelada en todo el esplendor de la verdad, ya no será motivo de vergüenza, sino de jactancia y honor. (4)

Por otro lado, George Wesley Buchanan opta por resaltar la palabra ἐπαισχυνθῇς, la cual es el verbo que San Pablo usa para exhortar a Timoteo a no avergonzarse por la causa de Cristo. En efecto, ἐπαισχυνθῇς, revela la realidad social en los tiempos del Apóstol de los Gentiles. La sociedad en la Roma Imperial del siglo primero se encuentra bipolarizado en dos valores: honor y desgracia. Aquellos que reciben honores son puestos en el estrato social de la nobleza, pero aquellos que reciben desgracia y vergüenza están destinados a la ignominia y la miseria. Pablo, siendo ciudadano romano, se encuentra encarcelado, algo humillante. (5) Sin embargo, él no se queja al respecto, sino que ve las cadenas como una corona que nimba de honor y gloria las acciones que él ha realizado por Cristo, y es donde se ve la alternación de valores, o mejor dicho, la elevación del valor del honor a una realidad trascendental y divina, y por eso el Apóstol de los Gentiles puede decir con orgullo: «μὴ οὗν ἐπαισχυνθῇς τὸ μαρτύριον τοῦ Κυρίου ἡμῶν μηδὲ ἐμὲ τὸν δέσμιον αὐτοῦ, ἀλλὰ συγκακοπάθησον τῶ εὐαγγελίῳ κατὰ δύναμιν Θεοῦ, τοῦ σώσαντος ἡμᾶς καὶ καλέσαντος κλήσει ἁγίᾳ, οὐ κατὰ τὰ ἔργα ἡμῶν ἀλλὰ κατὰ ἰδίαν πρόθεσιν καὶ χάριν, τὴν δοθεῖσαν ἡμῖν ἐν Χριστῶ Ἰησοῦ πρὸ χρόνων αἰωνίων».

Capítulo II

Συγκακοπάθησον ὡς καλὸς στρατιώτης Χριστοῦ Ἰησοῦ. Οὐδεὶς στρατευόμενος ἐμπλέκεται ταῖς τοῦ βίου πραγματείαις, ἵνα τῶ στρατολογήσαντι ἀρέσῃ· ἐὰν δὲ καὶ ἀθλῇ τις, οὐ στεφανοῦται ἐὰν μὴ νομίμως ἀθλήσῃ. τὸν κοπιῶντα γεωργὸν δεῖ πρῶτον τῶν καρπῶν μεταλαμβάνειν. (Cfr. 2 Tim. 2, 3-6). En el capítulo segundo de esta emotiva carta de corazón a corazón, San Pablo usa un rico espectro de imágenes, donde dirá que el cristiano tiene que ser como un soldado que busca a aquel que le ha llamado a luchar; o como un atleta que tiene que participar en la competencia de acuerdo con las reglas del juego; o finalmente como un labrador, que, para disfrutar de la cosecha tiene que primero pasar por la fatiga de sembrar la semilla.

Posteriormente, lo exhortará a acordarse en todo momento de Jesucristo resucitado de entre los muertos, la única razón por la que él pasa cadenas y humillaciones. Y aunque el mundo intentará retener y silenciar a los mensajeros de la Buena Nueva, la palabra de Dios nunca estará presa. Y gradualmente, el Apóstol de las Gentes pasará de exhortaciones espirituales a consejos fraternales.

Por una parte, Erik M. Heen y Philip D. W. Krey usan el comentario de Tertuliano para explicar la imagen del soldado. Tertuliano usa el ejemplo de los legionarios romanos, que tenían que ser solteros y vivir una especie de celibato mientras estuvieran en servicio de las legiones romanas, de modo que el soldado no se enfoca ya en las preocupaciones de la vida, sino que puede luchar despreocupadamente y con entera dedicación por la causa a la que se le llamó.(6) Del mismo modo, el cristiano tiene que vivir un celibato «espiritual», es decir, no tener ninguna especie de vínculo a las cosas mundanas, sino dedicar todos sus esfuerzos a Jesucristo, supremo y eterno general.

Por otro lado, George Wesley Buchanan resalta ciertos detalles en el verbo en participio aoristo στρατολογήσαντι, el cual puede ser traducido como «el que une a los soldados» o «el que recluta». Para unir a un grupo de soldados primero hay que llamarlos. Cristo, en efecto, ha llamado a los discípulos, pero no con cualquier tipo de llamamiento, sino con un llamamiento  santo. (7) Cristo ha llamado a los apóstoles para relevarles el amor de su corazón, formarlos y enviarlos a evangelizar y conquistar el mundo para el Reino de los Cielos. (8)

Μνημόνευε Ἰησοῦν Χριστὸν ἐγηγερμένον ἐκ νεκρῶν, ἐκ σπέρματος Δαυίδ, κατὰ τὸ εὐαγγέλιόν μου· Ἐν ᾧ κακοπαθῶ μέχρι δεσμῶν ὡς κακοῦργος, ἀλλὰ ὁ λόγος τοῦ Θεοῦ οὐ δέδεται. Διὰ τοῦτο πάντα ὑπομένω διὰ τοὺς ἐκλεκτούς, ἵνα καὶ αὐτοὶ σωτηρίας τύχωσιν τῆς ἐν Χριστῶ Ἰησοῦ μετὰ δόξης αἰωνίου. (Cfr. 2 Tim. 2, 8-10).

Por una parte, Erik M. Heen y Philip D. W. Krey, por medio del comentario de la Boca de Oro, argumentan que, San Pablo exhorta a Timoteo pra que recuerde sí, a un Cristo que sudo sangre en la víspera de su agonía, a un Cristo que fue flagelado y humillado hasta la muerte y muerte de cruz. Pero, por encima de todo, San Pablo exhorta a Timoteo para que recuerde a un Cristo que ha resucitado de entre los muertos y ha vencido a la muerte. (9) Y es por esta razón que San Pablo soporta todo tipo de tribulación, fatigas, naufragios, cadenas y cárceles, porque ὁ λόγος τοῦ Θεοῦ οὐ δέδεται. Διὰ τοῦτο πάντα ὑπομένω διὰ τοὺς ἐκλεκτούς, ἵνα καὶ αὐτοὶ σωτηρίας τύχωσιν τῆς ἐν Χριστῶ Ἰησοῦ μετὰ δόξης αἰωνίου.

Por otra parte, George Wesley Buchanan, como es costumbre, resaltará la riqueza semántica y gramatical del verbo ἐγηγερμένον, que está en la forma del participio perfecto pasivo. Este tiempo sugiere estrictamente una acción pasada con consecuencias continuas: Cristo fue resucitado y sigue resucitado. Dado que al participio le falta el artículo definitivo, el verbo ἐγηγερμένον puede ser tanto atributivo (que fue resucitado de entre los muertos) o predicativo (como él ha sido resucitado de entre los muertos). (10)

Capítulo III

Καὶ πάντες δὲ οἱ θέλοντες εὐσεβῶς ζῆν ἐν Χριστῶ Ἰησοῦ διωχθήσονται· (Cfr. 2 Tim. 3, 12). San Pablo, al inicio del capítulo tercero empieza diciendo que a medida que el fin de los tiempos es inminente, la degradación del ser humano será cada vez peor. Sin embargo, el Apóstol de los Gentiles exhorta a su amado hijo en Cristo a mantenerse y fiel; y es en el versículo doce donde San Pablo revela el porqué los cristianos están destinados a ser perseguidos.

Por una parte, Erik M. Heen y Philip D. W. Krey por medio del comentario de Orígenes dicen que, el camino de la vida no se puede recorrer sin evitar las olas de la tentación. El apóstol dice que, «todo el que desea vivir piadosamente en Cristo sufrirá persecución» (Cfr. 2 Tim. 3, 12) o como dice Job: «La vida sobre la tierra es una tentación» (Cfr. Job 7, 1). (11) Pero también se puede resaltar el comentario de San Juan Crisóstomo, que dice que, cualquiera que busca el camino de la virtud no podrá evitar la pena, la tribulación y la tentación. (12) En este caso, si el camino es angosto y difícil, ¿cómo es que Jesús puede decir que su yugo es suave y su carga ligera? San Pablo dice que es difícil el camino de la virtud debido a la naturaleza de los juicios humanos, pero es paradójicamente fácil debido a la voluntad del viajero, pues es importante recordar que los apóstoles, tras ser azotados por el Sanedrín, regresaron dando gloria a Dios. (13)

Por otra parte, George Wesley Buchanan resalta la riqueza semántica del verbo participio θέλοντες, que puede ser traducido como «deseando». Sin embargo, en este caso, este verbo implica el sentido de una decisión real y no una decisión hipotética. De la misma manera, G. W. Buchanan recalca por medio de la partícula ἐν que, la vida virtuosa que se tiene que vivir tiene que ser en Cristo y no en otra cosa, persona o ideal. (14)

Capítulo IV

Ἐγὼ γὰρ ἤδη σπένδομαι, καὶ ὁ καιρὸς τῆς ἀναλύσεώς μου ἐφέστηκεν. Τὸν καλὸν ἀγῶνα ἠγώνισμαι, τὸν δρόμον τετέλεκα, τὴν πίστιν τετήρηκα· λοιπὸν ἀπόκειταί μοι ὁ τῆς δικαιοσύνης στέφανος, ὃν ἀποδώσει μοι ὁ Κύριος ἐν ἐκείνῃ τῇ ἡμέρᾳ, ὁ δίκαιος κριτής, οὐ μόνον δὲ ἐμοὶ ἀλλὰ καὶ πᾶσι τοῖς ἠγαπηκόσι τὴν ἐπιφάνειαν αὐτοῦ. (Cfr. 2 Tim. 4, 6-8). En el capítulo cuarto de la carta, San Pablo, por medio de una gran riqueza en imágenes, se despedirá de su amado hijo y discípulo Timoteo, confesándole el destino que le espera en Roma. Cada palabra destila una alegría de encontrarse con el Rey de la Gloria y al mismo tiempo sentimientos de tristeza y nostalgia por la partida a la Patria Celestial.

Por una parte, Erik M. Heen y Philip D. W. Krey por medio del comentario de Teodoro de Mopsuestia, argumentan que, San Pablo será derramado en libación por la causa de Cristo. El comentarista resalta que, no es Pablo quien se derrama a sí mismo en libación, sino que es derramado por la causa de Cristo. (15) Teodoreto de Ciro dice que Pablo titula la propia destrucción de su vida con el término «libación», porque su sangre será derramada por la verdadera fe fundada en Cristo. (16) Finalmente, San Agustín de Hipona menciona que, primero Pablo fue un blasfemo y un perseguidor de la Iglesia, pero él obtuvo misericordia. (Cfr. 1 Tim. 1, 13). San Pablo dice que él mismo era indigno de recibir esta misericordia, pero la obtuvo, no por sus propios méritos, sino por la gracia de Dios. Ahora, el Apóstol de las Gentes demanda ser derramado en libación para así recibir la corona que le ha sido preparada (ὁ τῆς δικαιοσύνης στέφανος), para poder decir por medio del siguiente tricolón que él ha combatido el buen combate, ha terminado la carrera y ha conservado la fe. (ὸν καλὸν ἀγῶνα ἠγώνισμαι, τὸν δρόμον τετέλεκα, τὴν πίστιν τετήρηκα).

Por otra parte, George Wesley Buchanan, resalta las metáforas que San Pablo usa para describir su vida en esta tierra, que son la imagen del atleta que ha combatido el buen combate (ἀγῶνα ἠγώνισμαι) y el corredor (τὸν δρόμον τετέλεκα). Esta no es la primera vez que San Pablo usa estas metáforas, sino que se encuentra un antecedente en la carta a los corintios (Cfr. 1 Cor. 9, 26), y tampoco es la primera persona en el mundo antiguo en usar estas figuras, pues personalidades como Seneca, Marco Aurelio, Epicteto y otras más también han resaltado sus méritos por medio de estas analogías. (17)

Sin embargo, ¿qué es lo que hace las analogías de San Pablo tan importante? Una respuesta sería la trascendencia que el apóstol le da a las imágenes. En efecto, cuando la carrera termina, los esfuerzos de los corredores son premiados con los laureles de gloria que nimban el talento y el esfuerzo que estos han desempeñado. Sin embargo, la fama termina por ser enterrada en el olvido de los espectadores, la juventud y la agilidad terminan por desaparecer con la vejez, y el laurel tan añorado por los atletas termina por marchitarse. Precisamente por eso, San Pablo deja muy claro que es el eterno y justo juez el que coronará sus esfuerzos y no el ser humano que termina por morir y ser olvidado.

Conclusión

A través de las páginas de esta carta, San Pablo ha tejido un tapiz lleno de confesiones y enseñanzas que van mucho más allá que meras comprensiones intelectuales, sino que se puede ver a un apóstol inflamado por el fuego del Espíritu Santo que exhorta desde la penuria de su celda en Roma a su querido hijo y a todos los cristianos a vivir con un espíritu de valentía, amor y fidelidad.

Con palabras tan cargadas de emoción y convicción, San Pablo invita a cada creyente a ser ese atleta que lucha el buen combate a pesar de los oponentes, a ser ese corredor que se deja alcanzar por Cristo para terminar la carrera a pesar de los obstáculos, a ser ese soldado que no tiene puesta su atención en los asuntos de la vida, sino en Aquel que le ha llamado con llamamiento santo. Todo esto para poder llegar al final de nuestra vida con la convicción de que se ha luchado el buen combate, se ha llegado al final de la carrera, y se ha conservado la fe.

Citas Bibliogŕaficas

  1. E. M. Heen & P. D. W. Krey, Ancient Christian Commentary on Scripture: Theodoret of Cyr, Interpretation of the Second Letter to Timothy, InterVarsity Press, Downer Grove, Illinois, United States 2005, p. 232.
  2. Ibid, John Cassian, Homilies on 2 Timothy 1, p. 232.
  3. G.W. Buchanan, The Anchor Bible Commentary: The First and Second Letters to Timothy, The Anchor Bible Doubleday Inc., New York, United States 1972, p. 345.
  4. E. M. Heen & P. D. W. Krey, Ancient Christian Commentary on Scripture: St. John Chrysostom, Homilies on 2 Timothy 2, InterVarsity Press, Downer Grove, Illinois, United States 2005, p. 234.
  5. G.W. Buchanan, The Anchor Bible Commentary: The First and Second Letters to Timothy, The Anchor Bible Doubleday Inc., New York, United States 1972, p. 346.
  6. E. M. Heen & P. D. W. Krey, Ancient Christian Commentary on Scripture: Tertullian, On Exhortation to Chastity 12, InterVarsity Press, Downer Grove, Illinois, United States 2005, p. 240.
  7. G.W. Buchanan, The Anchor Bible Commentary: The First and Second Letters to Timothy, The Anchor Bible Doubleday Inc., New York, United States 1972, p. 366.
  8. LEGIONARIOS DE CRISTO, Constituciones de la Congregación de los Legionarios de Cristo, Legion of Christ Inc., Roma, Italia 2020, pp. 14-15.
  9.  E. M. Heen & P. D. W. Krey, Ancient Christian Commentary on Scripture: St. John Chrysostom, Homilies on 2 Timothy 4, InterVarsity Press, Downer Grove, Illinois, United States 2005, p. 243.
  10. G.W. Buchanan, The Anchor Bible Commentary: The First and Second Letters to Timothy, The Anchor Bible Doubleday Inc., New York, United States 1972, p. 373.
  11. E. M. Heen & P. D. W. Krey, Ancient Christian Commentary on Scripture: Origen, Homilies on Exodus 5, 3, InterVarsity Press, Downer Grove, Illinois, United States 2005, p. 265.
  12.  Ibid, St. John Chrysostom, Homilies on 2 Timothy 8, p. 265.
  13.  Ibid, St. John Chrysostom, On Lazarus and the Rich Man 3, p. 265.
  14.  G.W. Buchanan, The Anchor Bible Commentary: The First and Second Letters to Timothy, The Anchor Bible Doubleday Inc., New York, United States 1972, p. 418.
  15. E. M. Heen & P. D. W. Krey, Ancient Christian Commentary on Scripture: Theodore of Mopsuestia, Commentary on 2 Timothy 9, InterVarsity Press, Downer Grove, Illinois, United States 2005, p. 273.
  16. Ibid, Theodoret of Cyr, Interpretation of the Second Letter to Timothy, p. 273.
  17. G.W. Buchanan, The Anchor Bible Commentary: The First and Second Letters to Timothy, The Anchor Bible Doubleday Inc., New York, United States 1972, p. 431.

Bibliografía

  1. E. M. Heen & P. D. W. Krey, Ancient Christian Commentary on Scripture: Colossians, 1-2 Thessalonians, 1-2 Timothy, Titus, Philemon, InterVarsity Press, Downer Grove, Illinois, United States 2005.
  2. G.W. Buchanan, The Anchor Bible Commentary: The First and Second Letters to Timothy, The Anchor Bible Doubleday Inc., New York, United States 1972.
  3. NOVUM TESTAMENTUM GRAECE ET LATINE, Πρὸς Τιμόθεον Β, Nestle-Aland, Alemania 1994.
Share: