Desde su cautividad en Éfeso, Pablo escribe esta carta a los fieles por él evangelizados de Filipo, en parte para agradecer las ayudas que le han enviado, pero también para invitar a la unidad. La carta incluye uno de los himnos cristológicos empleados por la liturgia cristiana en las vísperas, lleno de riqueza teológica. Para el presente análisis gramatical, se toman en cuenta las obras de Max Zerwick y Mary Grosvenor, del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, así como la traducción directa del texto griego al español de José María Bover, contenida en el Nuevo Testamento Trilingüe publicado por la Biblioteca de Autores Cristianos y la traducción ofrecida en el Nuevo Testamento interlineal por Elsa Tamez e Isela Trujillo, de las Sociedades Bíblicas Unidas.
En el saludo introductorio se encuentra la palabra ἁγίοις, que Tamez y Trujillo traducen como santo, mientras que Zerwick y Grosvenor lo traducen como los dedicados a Dios. Este detalle en el saludo introductorio da una idea importante: es el título que se le da a los cristianos porque por medio del bautismo han sido santificados, es decir, con-sagrados, dedicados a Dios. En ese mismo saludo, la palabra que normalmente traduciríamos por obispo, ἐπισκόποις, es traducida por Tamez y Trujillo como supervisores; el análisis de Zerwick y Grosvenor no difiere tanto: ἐπι + σκοπέω indica ese mirar sobre algo; en este caso concreto, los obispos serían aquellos que miran sobre (velan por) el pueblo de Dios que les ha sido encomendado. La palabra κοινωνία adquiere también un sentido que expresa con más claridad la comunión: contribución, co-operación. Pablo se alegra de esta κοινωνίᾳ y eleva la súplica, δέησις, de que permanezca. Y en relación con esta comunión, aparece la palabra συγκοινωνός, co-participantes: aun estando Pablo encadenado, se sabe unido a los hermanos a los que escribe por la co-participación –comunión- en el mismo Evangelio de Cristo. Además, la palabra σπλάγχνοις, entrañas, deja ver el tipo de amor que Pablo sentía por los fieles de Filipo.
Cuando Pablo anuncia que sus sufrimientos han servido para que avance el Evangelio, declara que algunos anuncian el Evangelio con recta intención, pero usa la palabra ἐριθεία para designar a aquellos que lo hacen por ambición personal (esa es la traducción que ofrecen Tamez y Trujillo), οὐχ ἁγνῶς, no con motivos puros. No obstante, Zerwick y Grosvenor ofrecen un análisis más rico de ἐριθεία: se refiere a aquellos que quieren comprar un favor o buscar ascensos y promociones mediante regalos. La palabra también puede referirse a egoísmo o interés, por eso es lo opuesto a ἁγνῶς, honestamente. Para describir esa doble intención, Pablo utiliza también la palabra προφάσις, “con fingimiento”, lo contrario a ἀλήθεια. El apóstol, por tanto, valora que se anuncie con más valentía el Evangelio, pero reprocha que algunos lo hagan sin recta intención.
La expresión συνέχομαι, con la que Pablo describe cómo se siente ante el deseo de estar ya con Cristo y, a la vez, seguir unido a los hermanos para que puedan progresar en la fe, es traducida por Tamez y Trujillo por “soy presionado”, pero Zerwick y Grosvenor le dan el matiz de “estar paralizado”, permite desde la gramática un acercamiento al corazón del apóstol, su cristocentrismo y amor por el Señor, y, a la vez, su celo apostólico y amor por las almas que ha “consagrado para Dios” (ver ἁγίοις).
En el Capítulo 2, San Pablo ofrece varias exhortaciones. La primera utiliza la expresión σύμψυχοι, literalmente co-espíritus. Esta palabra está en estrecha relación con τὸ αὐτὸ φρονῆτε y τὸ ἓν φρονοῦντες, una invitación a pensar lo mismo. Por eso, Zerwick y Grosvenor traducen como una “armonía de mente”, mientras que Tamez y Trujillo traducen por “unidos en un solo ser”. En este versículo, Pablo se preocupa por la unidad, la “única cosa” (“aspirando a una sola cosa”, traduce Bover), el amor: τὴν αὐτὴν ἀγάπην ἔχοντες. El fundamento de la unidad en la Iglesia, de la comunión, es el amor de Cristo, que se manifiesta en la preocupación de unos por otros.
El himno cristológico del capítulo 2, 6-11, va precedido por una exhortación del apóstol con la palabra φρονεῖτε, “pensad”, pero que también puede traducirse como “tened esta mentalidad”. ¿Cuál mentalidad? Aquélla que tuvo Jesús y que este himno recoge. Es una invitación a configurar la mente del cristiano con Cristo. En el himno aparece la palabra μορφή, que puede traducirse por forma, pero que en filosofía puede aplicarse para el carácter específico o forma esencial,1 y que por lo tanto Zerwick y Grosvenor sugieren traducir como naturaleza. Es, por tanto, una importante afirmación teológica: Jesús existe con la naturaleza de Dios. Y esta naturaleza la tiene ὑπάρχων, que de acuerdo con Zerwick y Grosvenor indica un estar desde el prinicpio, existiendo desde toda la eternidad. Y no se aferró a esa condición, sino que se anonadó. La idea de aferrarse se expresa con el sustantivo ἁρπαγμὸν, que Zerwick y Grosvenor matizan como robo o rapiña e interpretan como una “alusión tácita a Adán que intentó usurpar la igualdad con Dios”.2 Cristo, teniendo esa dignidad, no se aferró, sino que se despojó: ἐκένωσεν. El verbo κενόω indica vaciarse, desnudarse o despojarse. Y habiéndose vaciado, tomó la ὁμοίωμα, semejanza de la forma de un esclavo, δοῦλος. Zerwick y Grosvenor enfatizan que la expresión ὁμοιώματι no niega el contenido de μορφή, sino que viene a indicar que a simple vista Cristo era como un ser humano en todos los aspectos; de hecho, los versículos siguientes realizan esa aclaración. San Pablo es preciso al usar palabras diferentes que dan claridad a la cristología: μορφή (forma – naturaleza), ὁμοίωμα (semejanza), σχῆμα (apariencia). De modo que ya en este antiguo himno se da una clara distinción en que Cristo tiene naturaleza divina, tomó la humana, para asemejarse a un siervo sin dejar de ser Dios. Todas estas ideas serán luego desarrolladas en los primeros concilios ecuménicos. Finalmente, al decir que se le concedió el nombre sobre todo nombre al ser exaltado, la expresión griega es τὸ ὄνομα τὸ ὑπὲρ πᾶν ὄνομα, que Zerwick y Grosvenor identifican con el Adonai del Antiguo Testamento, el impronunciable YWHW, el Κύριος aplicado ahora a Jesús.
Invita luego Pablo a los filipenses a cooperar con la gracia, para llegar a ser puros como estrellas radiantes, y utiliza lego una interesante palabra para referirse a la entrega de su sangre por la causa de Cristo: λειτουργία, la liturgia, que se refiere a aquel culto público, y que unido a θυσία, sacrificio, Zerwick y Grosvenor lo unen como ofrenda sacrificial. La vida del apóstol es entregada a Cristo como ofrenda viva, se ha convertido en una liturgia agradable a Dios, un servicio de culto. Esta palabra, λειτουργία, será aplicada luego a Timoteo como el liturgo, el servidor, y al final del capítulo 2 en plural como el servicio que el apóstol presta a la Iglesia. Pero siempre tiene el sentido en la carta de un servicio sagrado, un culto que se hace vida.
En el capítulo 3, el apóstol advierte contra los judaizantes que pretenden introducir la circuncisión. San Pablo argumenta exponiendo sus orígenes hebreos y su celo como fariseo, afirmando que todo aquello ahora lo considera una pérdida en comparación con el ὑπερέχον de conocer a Cristo. Esta palabra, compuesta de ὑπερ+έχω, traducida por Tamez y Trujillo como “preeminencia”, Zerwick y Grosvenor la traducen como “bien supremo”. El bien supremo de haber conocido a Cristo hace que todo lo demás para Pablo sea σκύβαλα, es decir, estiércol. Lo fuerte de esta palabra refleja el cambio radical que el encuentro con Cristo ha producido en Pablo. No es la circuncisión lo que hace a alguien seguidor de Cristo, ni el conocimiento de la ley a la perfección, sino, como diría Benedicto XVI, el encuentro con la persona de Cristo que cambia radicalmente la vida3, al punto de considerar todo lo demás no solo basura, sino desperdicios, estiércol. A esta afirmación le sigue la explicación en los versículos siguientes: la justicia no viene de la propia fuerza humana, sino de la fe en Cristo; es dada por Él y Pablo se esfuerza por poder alcanzarla.
Concluye el capítulo 3 con una invitación escatológica: pensar en la ciudadanía del Cielo. Para esto, emplea la frase ἡμῶν γὰρ τὸ πολίτευμα ἐν οὐρανοῖς ὑπάρχει, siendo πολίτευμα literalmente ciudadanía, y usando el verbo ὑπάρχω (ya explicado anteriormente para referirse a Cristo como un “estar desde el principio, existir”) unido a ἐν οὐρανοῖς. Es decir, el apóstol invita a los cristianos a considerar cómo su auténtica ciudadanía ya existe en el Cielo; es ahí a donde pertenecen. Y en esta misma invitación escatológica, se invita a esperar la resurrección de la carne con la palabra μετασχηματίσει, μετα-σχηματίζω una transformación, similar a μεταμορφόω. Es la humilde carne que será hecha semejante al cuerpo glorificado de Cristo.
Por último, en el capítulo 4 el apóstol retoma el tema de la comunión y la unidad, manifestada en el mutuo amor y en la práctica de las virtudes. Concluye con una profunda gratitud a los filipenses por todo lo que han realizado en su favor. Aparece de nuevo la palabra θυσία, sacrificio, unida ahora a los adjetivos δεκτός, aceptable y εὐάρεστος, grato: θυσίαν δεκτήν, εὐάρεστον τῷ θεῷ, un sacrificio aceptable, grato a Dios. Con esto, el apóstol describe cómo ha de ser la vida del cristiano.
A lo largo de los párrafos anteriores se ha podido explorar la riqueza que el texto griego posee, y cómo la relación gramática-teología puede ser de mucho provecho para la propia vida del cristiano. Acercarse de este modo al texto original permite descubrir una riqueza que en la traducción a las lenguas modernas muchas veces pasa inadvertida.
1 ABBOTT-SMITH, “σπλάγχνον”, en Greek New Testament Reader, Society of Biblical Literature and Logos Bible Software, 2010. http://gntreader.com/?b=PHP&c=2&v=1 [3 de febrero, 2023].
2 M. ZERWICK, M. GROSVENOR, Análisis Gramatical del Griego del Nuevo Testamento, Editorial Verbo Divino, Madrid 2008, p. 699.
3 Cf. BENEDICTO XVI, Deus Caritas est, n. 1.
BIBLIOGRAFÍA
ABBOTT-SMITH, “σπλάγχνον”, en Greek New Testament Reader, Society of Biblical Literature and Logos Bible Software, 2010. http://gntreader.com/?b=PHP&c=2&v=1 [3 de febrero, 2023].
BENEDICTO XVI, Deus Caritas est.
E. TAMEZ, I. TRUJILLO, Nuevo Testamento Interlineal griego-español, Sociedades Bíblicas Unidas, Brasil 2012.
J.M. BOVER, J. O’CALLAGHAN, Nuevo Testamento Trilingüe, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 2015.
M. ZERWICK, M. GROSVENOR, Análisis Gramatical del Griego del Nuevo Testamento, Editorial Verbo Divino, Madrid 2008.